11. CUEVAS DE POSTOJNA Y SCOKJAM
Como si fuera poco con los paisajes impresionantes que hemos contado en este post, Eslovenia esconde un tesoro bajo sus tierras: las Cuevas de Postojna y las Cuevas Skocjan.
Estas impresionantes cuevas kársticas son lugares imperdibles que ver en Eslovenia, unos mundos subterráneos espectaculares que no hay que perderse.
Las Cuevas de Postojna comenzaron a formarse hace unos 7 millones de años.
Están formadas por 24 kilómetros de formaciones petrificadas, galerías y grandes salas naturales, aunque sólo 5 kilómetros son visitables.
Por su cercanía, es muy recomendable visitarlas en conjunto con el Castillo de Predjama. La duración promedio de la visita es de 1 hora y media aproximadamente y la entrada cuesta 31 euros en temporada alta, 29 en temporada baja.
Las Cuevas Skojcan se encuentran a 50 km de Piran, en la región sur de Eslovenia.
Si bien son menos visitadas y conocidas que las de Postojna, muchos dicen que son aún más espectaculares. Tienen una extensión de casi 5 km de largo y su cámara más alta, llamada Martel’s Chamber, llega a una altura de 146 metros de altura.
Dentro de las cuevas no se puede tomar fotos ni filmar, sólo está permitido en la entrada a las cuevas.