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Viena es una de las ciudades más turísticas y visitadas de toda Europa.
Es una ciudad Imperial de grandes Palacios, jardines y museos, muy bien organizada y donde casi todo funciona a la perfección.
Sin embargo, son tantas las cosas que hay para hacer allí, que necesitarás una buena planificación antes de visitarla para decidir qué visitar.
Para eso, hemos armado esta guía completa de las mejores 25 cosas que ver en Viena en 3 o 4 días.
Si estás armando tu itinerario en la ciudad y necesitas ideas sobre las cosas que ver en Viena en 1 día o 2, estás en el lugar indicado.
Al final, te dejamos un mapa con todas la ubicación exacta de cada sitio de interés. ¡Asegúrate de leer hasta el final!
CÓMO LLEGAR A VIENA
Viena está perfectamente comunicada con múltiples ciudades de Europa. Ya sea por aire o tierra, las opciones de transporte para llegar a esta ciudad son muchas.
ALOJAMIENTO EN VIENA
La ciudad se divide en 23 distritos en total.
Para muchos, Innere Stadt es la mejora zona donde alojarse en Viena, ya que es el centro histórico y muchas de las atracciones que ver en Viena se encuentran allí.
Sin embargo, alejándote sólo unos pocos minutos puedes encontrar barrios pintorescos con precios razonables de alojamiento.
Nosotros elegimos Kunsthaus Apartments y nuestra experiencia fue buena: tiene una ubicación espectacular y el apartamento era muy amplio.
TARJETAS TURÍSTICAS
Las tarjetas turísticas Vienna Card y Vienna PASS son una gran forma de optimizar tiempo y dinero.
Entre otras cosas, te permiten ingresar de forma libre a muchos de los sitios de interés y lugares que ver en Viena, incluyen descuentos en locales y restaurantes y hasta permiten el uso ilimitado de transporte público.
¡Nosotros utilizamos las 2 durante nuestro visita por Viena y fue una gran decisión!
¡Ahora sí! Vamos a conocer el listado de 25 cosas recomendadas que hacer en Viena.
Las hemos agrupado en 4 categorías: Atracciones, Palacios, Museos e Iglesias para que te sea más fácil.
¡Comencemos!
La Opera de Viena es una de las compañías de ópera más importantes del mundo. Por esta razón, se lo considera uno de los lugares imprescindibles que visitar en Viena.
Ubicada sobre la calle Ringstrasse, fue inaugurada en 1869 y reinaugurada en 1955, 10 años despúes de que una bomba de la Segunda Guerra Mundial destruyera parte de ella.
La Opera de Viena se puede visitar por dentro con una visita guiada. Se ofrecen en distintos idiomas, incluido el español.
Durante la visita, conocerás el vestíbulo, la escalera principal del teatro y sus lujosos salones, como el Salón del Té, la Sala de Mármol y la Sala Gustav Maier.
También podrás conocer el auditorio, el cual tiene una capacidad para 2.800 personas.
Los tickets para las visitas guiadas se consiguen en el sitio web de la Opera, aunque también hay otras opciones que incluyen un tour por Viena, como esta:
Visita guiada por Viena + Visita a la Opera (en español).
Además, si eres amante de la música clásica, te agradará saber que se pueden disfrutar de conciertos en lugares emblemáticos de Viena:
La calle Ringstrasse es la vía principal de Viena. En ella se encuentran varias de las atracciones más importantes que ver en Viena y, según algunos, es el boulevard más bonito del mundo.
Se construyó sobre el perímetro donde hace siglos estaban las murallas de la Viena antigua, lo cual explica su forma de anillo (de ahí el término “Ring-Strasse”, “Anillo-Calle”).
Conforme la ciudad fue creciendo, fue necesario derribar estas murallas para ganar espacio y conectar los barrios linderos con el centro histórico.
La Ringstrasse se extiende por más de 5 kilómetros y, de seguro, pasarás por allí varias para llegar a cada una de las mejores cosas que ver en Viena.
El Parlamento (o “Rathaus”) es el edificio de estilo neogótico más importante de la ciudad y uno de los lugares imprescindibles que ver en Viena.
Fue construido entre 1872 y 1883 y se debieron utilizar más de 30 millones de ladrillos para hacerlo.
La torre central del Parlamento tiene una altura de casi 100 metros y sobre ella se encuentra una estatua conocida como el “Rathausmann”.
Se puede visitar el interior del Parlamento siempre y cuando no haya sesión o sea un día festivo, como Viernes Santo, Navidad o Fin de Año. También hay audioguías disponibles en varios idiomas, incluyendo español.
El Ayuntamiento de Viena es otro de los edificios gubernamentales más importantes de la ciudad y se ubica sobre la Ringstrasse.
Fue construido a finales del Siglo IX y, al igual que la Opera de Viena, sufrió graves daños durante la Segunda Guerra Mundial. En 1956 se reinauguró, luego de varios trabajos de reconstrucción.
Fue diseñado por el arquitecto con un estilo griego antiguo y allí sesionan hoy el Consejo Federal y el Consejo Nacional.
La inmensidad del lugar queda demostrada en algunos números: 14.000 metros cuadrados se superficie, cuenta con 1.600 salas con 920 ventanas y su consumo diario de energía equivale al de 4 casas residenciales por año.
Si bien hay visitas guiadas para conocerlo por dentro, se encuentran suspendidas las visitas hasta 2021 debido a trabajos de remodelación.
Toda gran ciudad europea tiene su mercado callejero. Naschmarkt es el mercado de productos locales más importante de Viena.
Allí pueden comprarse flores, carne, vegetales y otro tipo de alimentos. Además, hay 120 puestos de comida y restaurantes de distintas nacionalidades y tipos de cocina.
Este lugar representa una de las mayores curiosidades que ver en Viena.
No tanto por su atractivo visual o por ser pintoresca, sino por la leyenda que corre sobre la calle Blutgasse.
Se dice que en la calle Blutgasse (en español: “Calle de sangre”), en el Siglo XIII, fueron masacrados varios Caballeros Templarios y que su sangre corrió a raudales calle abajo, como si fuera un río.
Desde ese entonces, se bautizó a este lugar con el nombre de “Calle de sangre”.
Como dijimos, Viena es famosa por sus jardines e inmensos parques públicos.
El Stadpark es un hermoso y elegante parque ubicado en el centro de la ciudad, sin duda uno de los parques que hay que ver Viena.
El Stadpark cubre una superficie total de 65.000 metros cuadrados y es el parque con más esculturas, estatuas y monumento de todas Viena. Una de las más famosas es la estatua de bronce de Johann Strauss.
Es ideal para caminar de forma relajada y apreciar uno de los espacios verdes más bonitos de la ciudad.
Este es uno de los lugares más importantes de la ciudad y una de la cosas imperdibles que ver en Viena.
El Parque Prater es el parque de diversiones favorito de los vieneses y uno de los más antiguos de todo el mundo.
En la antigüedad, el área que hoy ocupa el Parque Prater era el coto de caza de los emperadores. Sin embargo, en el año 1766 fue abierto al público y en 1895 se construyó el parque de diversiones.
La entrada al Prater es gratuita, aunque para subir a sus atracciones se debe pagar un ticket por cada una.
Alguna de las atracciones originales aún funcionan, como la famosa Noria Gigante, que es el emblema del parque y uno de los símbolos de Viena.
La Noria se construyó en 1897 aunque, lamentablemente, fue gravemente dañada durante la Segundo Guerra Mundial. Lo que vemos hoy es una reconstrucción hecha durante la década de 1950.
Mientras haces la cola para subir a la Noria, pasarás por un pequeño e interesante museo donde se exhiben los carritos originales, totalmente reconstruidos.
En el interior de cada carrito hay maquetas que cuentan distintos sucesos de la historia del parque, incluyendo el trágico bombardeo de la Segunda Guerra Mundial.
La Noria mide 60 metros de altura y desde lo más alto se tienen las mejores vistas de la ciudad, sobre todo al atardecer. Otra de la cosas imperdibles que ver en Viena.
No todo en Viena se trata de palacios elegantes y grandes jardines impecables.
La ciudad ofrece también lugares singulares, tal como la Casa Hundertwasser, una de las mayores curiosidades que ver en Viena.
Fue diseñada por el famoso artista austríaco Friedensreich Hundertwasser y se trata de un edificio de viviendas, con arquitectura irregular, colorida y por demás llamativa.
Su fachada atrae a miles de turistas que se paran a diario frente al edificio para tomar fotos y apreciar todos sus particulares detalles.
La Torre Danubio es una torre-mirador de 252 metros de altura. Se encuentra algo alejada del centro de la ciudad, pero ofrece unas vistas panorámicas distintas de los alrededores de Viena y el Río Danubio.
En la parte más alta de la torre, hay un restaurante giratorio.
Otra de las cosas que distintivas de Viena son sus históricos y elegantes cafés. Son una de las mayores tradiciones de la ciudad.
El Café Sacher es el más famoso de Viena y el lugar donde se creó una de las tortas preferidas de los vieneses: la torta Sacher.
Tomar un café y probar alguna torta en este lugar no es nada barato y, por lo general, hay bastante cola para poder entrar.
De todas formas, visitar el Café Sacher es una de las actividades más populares que hacer en Viena y es un lugar que ha inspirado la construcción de los mejores cafés en Budapest.
El Príncipe Eduardo de Saboya mandó a construir este Palacio como su residencia de verano.
El conjunto del Palacio está conformado por 2 grandes edificios, el Alto Belvedere y el Bajo Belvedere, ambos unidos por enorme y hermoso jardín francés.
El Alto Belvedere es el edificio principal, con una fachada imponente. En su interior se puede encontrar una gran colección de obras de arte, entre las que se destaca el famoso cuadro “El beso”, de Gustav Klimt.
El Bajo Belvedere es un edificio más discreto, de menor importancia, pero no menos interesante. Dentro se pueden visitar lugares como la Sala de los Grotescos, el Salón de los Espejos y la Galería de Mármol.
El Palacio Hofburg es uno de los sitios obligados que hay que ver en Viena.
Se trata de uno de los edificios históricos más importantes de la ciudad y fue residencia Imperial de la orden de los Habsburgo por más de 600 años. Allí habitaron y trabajaron, entre otros, los Emperadores Francisco José y Elisabeth.
El Palacio de Hofburg es uno de los lugares más visitados de Viena y se encuentra frente a la plaza Michaelerplatz. Su interior es enorme y cuenta con muchos lugares para visitar como museos, galerías y muestras de objetos de le época Imperial.
La entrada incluye una audio-guía (idioma español disponible) y recorrerlo todo te puede llevar algunas horas pero, sin dudas, vale la pena la larga visita.
La visita incluye un paseo por 19 habitaciones que eran utilizadas por la familia Imperial. Cada una se encuentra en perfecto estado de conservación y se puede ver el mobiliario original utilizado por los Habsburgo.
El Museo de Sisi está formado por 6 salas que muestran distintos objetos personales como vestidos, retratos y otra pertenencias de la famosa emperatriz.
Es uno de los puntos más esperados por los visitantes del Palacio Hofburg, ya que nos permite conocer mejor a esta “rebelde” emperatriz, la cual es figura de culto a nivel mundial.
La audioguía acompaña bien el recorrido, con relatos que explican detalles de la intensa vida y trágica muerte de Sisi, asesinada en 1898.
Uno de los lugares más curiosos dentro del Palacio es el Museo de la Platería.
Al caer la orden de los Habsburgo, unos 7.000 elegantes y lujosos objetos como vajilla, utensillos de cocina, cristalería y mantelería pasaron a ser propiedad de la nueva República de Austria.
Hoy, los podemos apreciar en este particular museo, donde podemos ver cómo se armaban las ostentosas mesas para los banquetes de los Emperadores.
Se trata de la Cámara del Tesoro más importante del mundo, donde se exhiben objetos valiosos pertenecientes a antiguas Ordenes e Imperios.
El más importante es la Corona del Sacro Imperio Germánico Romano, el cual surgió en la segunda mitad del Siglo IX. Los emperadores de ésa época eran coronados con ella.
Otros objetos valioso son la Corona Imperial Austríaca (de cinco Siglos de antigüedad), la esmeralda más grande del mundo y un cuerno de narval, que se creía pertenecía a un unicornio.
Es considerada una de las Bibliotecas más bonitas del mundo.
La Sala Imperial es la sala principal de la bilioteca, un espacio de 80 metros de largo y 20 de ancho, donde se almacenan unos 200.000 ejemplares impresos entre los Silgos XVI y IXX.
Además de libros, en la Sala Imperial pueden apreciarse varias culturas y hasta 2 antiguos globos terráqueos, de estilo barroco veneciano.
Otro de los Palacios imperdibles que ver en Viena es el Schönbrunn.
Este edificio (construido en el Siglo XVII) es conocido como “el Versalles vienés” y funcionó, durante años, como residencia de verano de los emperadores.
Además, aquí sucedieron diversos acontecimientos históricos: fue el lugar de nacimiento y muerte del Emperador Francisco José, fue donde Carlos I firmó su renuncia en 1918 (lo cual significó la caída del Imperio) y hasta Napoleón dio un discurso en uno de sus salones.
Cuenta con 1441 salas, aunque sólo se pueden visitar 45 de ellas.
Durante la visita (con audioguía incluida en la entrada), irás pasando por distintos salones y habitaciones, entra las que se destacan la Gran Galería, el Salón Chino Azul, el Salón del Desayuno y el Salón Chino Circular, entre otros.
Además del Palacio, hay muchos lugares mpas por conocer en sus alrededores, como los Jardines, la bonita Glorieta y el Museo del Carruaje.
El Palacio de Schönbrunn es el lugar más visitado de toda Austria, con lo cual, te recomendamos que cuentes con bastante tiempo disponible para visitarlo.
En total, una visita completa al Palacio y sus alrededores puede tomar entre 3 y 4 horas.
Hay distintas opciones de tickets para acceder a distintas partes del Palacio de Schönbrunn y otras partes del predio. El Imperial Tour es uno de los más populares, ya que permite visitar 22 salas y cuesta 16 euros.
Una de las razones por las que se conoce a este lugar como “el Versalles vienés”, son sus espectaculares jardines.
Acceder a los jardines es gratis (abren a las 6.30) y conforman uno de los espacios verdes más bonitos de Viena y Europa.
El parque fue abierto al público en 1772 y tiene una extensión de 1.2 km x 1 km.
Además de flores y vegetación, cuenta con una espectacular variedad de fuentes, esculturas y monumentos distribuidos a lo largo y a lo ancho y hasta un laberinto.
Caminar los jardines por completo puede resultar cansador, por lo que hay un servicio de bus eléctrico gratuito para transportar a visitantes por distintas partes del parque.
Enfrentado al Palacio Schönbrunn, al otro lado del jardín central, se encuentra la Glorieta. Es un edificio elegante, donde en su interior funciona una cafetería.
Por estar ubicada sobre una pequeña colina, desde esta área se logran las mejores vistas de los jardines y el Palacio a la distancia.
Otro de los lugares muy interesantes para visitar en el predio es el Museo de los Carruajes Imperiales.
Es un lugar que exhibe 170 vehículos de distintas características, desde carruajes propiamente dichos hasta automóviles, utilizados para distintos fines por las familias Imperiales.
Para nosotros, el mejor ejemplar del museo es el carruaje fúnebre de Sisi, un impresionante carruaje negro lleno de detalles que merecen la pena apreciar.
El museo más importante que ver en Viena y uno de los de mayor renombre en Europa, es el Museo Albertina.
Se encuentra en el centro de la ciudad y en su interior se exhiben miles de obras de artistas importantes como Picasso, Monet y Renoir, entre otros.
El lujoso palacio donde se encuentra el museo era en la antigüedad una residencia de los Habsburgo.
La decenas de salas que se pueden recorrer en su interior albergan una de las mayores colecciones gráficas del mundo.
Otra de las curiosidades que ver en Viena es la Casa-Museo de su hijo pródigo musical: Mozart.
Se trata de la única vivienda de Viena, en la que haya habitado este famoso músico, que aún se conserva (se dice que vivió en unas 12 en total).
El museo se extiende por seis plantas y tiene una superficie de 1.000 metros cuadrados.
Este museo se construyó en 1891 y es el museo más visitado de Viena.
Las obras de arte que hoy se encuentran en sus galerías, estaban originalmente en los Palacios Belvedere y Hofburg. Es que se trata de las obras que la familia de los Habsburgo fue coleccionando a través de los siglos.
20 millones de objetos y seres vivos pueden encontrarse en el Museo de Historia Natural de Viena.
Piedras preciosas, animales extintos disecados, minerales e insectos forman parte de las exposiciones, la cual también formaba parte de la colección privada de los Habsburgo.
El Museo Kunst Haus (o Museo Hundertwasser) es uno de los edificios más llamativos que ver en Viena y es el “hermano” de la Casa Hundertwasser, ya que fue diseñado por el mismo artista.
El edificio atrae a turistas y curiosos tanto por su fachada exterior como por lo que hay en su interior.
Es que en el museo se exhibe una gran colección de obras de Friedensreich Hundertwasser, el creador de este particular edificio.
El recorrido se divide en varias plantas. En cada una irás descubriendo numerosos objetos como fotos, pinturas, bocetos y hasta maquetas de este famoso artista vienés.
En nuestra opinión, es una visita recomendable que hacer en Viena.
En cualquier visita a Viena no puede faltar una recorrida por la Catedral de San Esteban.
Es la Iglesia más importante y uno de los símbolos de la ciudad, se encuentra en la plaza Stephanplatz y se construyó sobre las ruinas de un antiguo templo a partir del Siglo XII.
Además de admirar la enormidad de la nave central de estilo gótico (107 x 34 metros), una vez dentro de la Catedral se pueden visitar sus catacumbas, pagando un ticket de 5 euros.
Las catacumbas fueron descubiertas por excavaciones durante el Siglo XVIII y allí descansan los restos de más de 10.000 personas.
Una de las cosas que más llama la atención de la Catedral de San Esteban es su techo exterior, decorado por más de 250.000 azulejos de colores.
La iglesia cuenta con cuatro torres en total, siendo la torre sur la más alta de todas con 136 metros. Se puede subir a lo alto de la torre sur para tener una muy buena vista del centro de Viena y sacar la foto típica con el techo de la Catedral como protagonista.
Esta Iglesia fue construida en honor a San Carlos Borromeo (su construcción demoró unos 25 años), el patrono que luchó contra la epidemia de peste que azotó la ciudad en 1713.
Además de las 2 columnas de estilo romano que se ven a ambos lados de la fachada, lo más llamativo de la Iglesia es su impresionante cúpula, a la cual se puede subir comprando un ticket.
Algunos la consideran las Iglesia más bonita que ver en Viena.
Otra actividad muy recomendable que hacer en Viena es visitar la Iglesia de los Capuchinos.
No tanto por el atractivo del Iglesia en sí, ya que es pequeña y discreta, sino porque allí se encuentra la Cripta Imperial.
En la Cripta Imperial descansan los restos de decenas de Emperadores y Emperatrices y de cientos de familiares pertenecientes a la casa de los Habsburgo.
Hay en total más de 150 sarcófagos y los más famosos son los de los Emperadores Francisco José y de Sisi.
Cada uno de los sarcófagos tiene un diseño impresionante, convirtiendo a esta Cripta en un museo subterráneo que vale la pena visitar.
Cerca de la Catedral y un poco escondida entre calles, se encuentra la Iglesia de San Pedro.
Además de su nombre, se dice que el diseño de esta pequeña Iglesia estuvo inspirado en ni más ni menos que en la Basílica de San Pedro.
El edificio actual data del Siglo XVIII, aunque hay registros de que en el lugar hubo otra Iglesia hace 1.600 años. Además, fue en este lugar donde se creó la primer Iglesia Cristiana de Viena.
Ubicada en la Ringstrasse, la Iglesia Votiva es considerada una de las Iglesias neogóticas más importantes del mundo.
A simple vista, lo que más llama la atención de su arquitectura son sus 2 impresionantes torres de 99 metros de altura. En su interior, se encuentra un museo con obras de arte que se puede visitar pagando un ticket de 4 euros.
La elección del lugar donde construir la Iglesia Votiva no fue al azar.
En 1853, el Emperador Francisco José sufrió un intento de asesinato en ese mismo lugar. Luego del atentado, se realizó una colecta para construir una Iglesia y fue así como comenzó la construcción del edificio que vemos hoy.
Además de una visita completa a la ciudad, una buena idea es aprovechar la cercanía de Viena con otros destinos de Austria y Europa central, como para conocer nuevos lugares.
Existen varias opciones de tours y excursiones con guía en español desde Viena. Te recomendamos algunos bien valorados por los viajeros:
De todas las ciudades, pueblos y lugares que hemos conocido de Europa, Viena ha sido uno de los que más nos ha gustado.
Es una ciudad de muy bien ambiente y cálida, en la que el viajero se siente cómodo y donde tienes a disposición muchísimas cosas para hacer.
Sea cual sea tu itinerario por la ciudad, esperemos que disfrutes tanto como nosotros de todas las cosas que ver en Viena.
¡Buen viaje!
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